OBNUBILACION

Seres capaces de quedarse en un estado semi embrionario a envolver al mundo con su arrollador ímpetu, de seguro lo estarán pensado, ser como eso sin forma despierta sensaciones encontradas por donde se mire. Solo el objeto de la razón acobija sus ideas destacadas en un diminuto y remoto lugar. Abstracción irreal de lo opcional, y el sufrir como imponen las reglas una cualidad absoluta.

Desde ya quieren escaparle a las sombras de sus propias desilusiones y errar el camino merece progreso y satisfacción a costa de quien sabe que, orgullo herido dejado de lado y una red atrapamoscas. La genialidad en estado puro, un bautismo de sangrienta voracidad con destellos de magníficas ideas vomitables.

Tener en cuenta los sucesos que marchan en fila, es una preocupación menos, si de esto se trata se queda amontonando su caudal para resguardarlo del otro yo de antaño. La elección de una miserable cualidad y el desarrollo involutivo acaparan la escena con imponente figura. Maldiciones que auguran la más deseable de las cosas y el deseo como mandamás, siempre intocable ahí en su altar.

Sí, es cierto, el desvarío suele ser una cualidad humana, como la contradicción y la incorrección, pero realmente aquí quién se pone el traje del más osado. Sepamos que la hipocresía y la corrupción del alma son también una cualidad para aquellos obnubilados de la sociedad del consumo a lo bobo. El lobo sin dientes y el pan calentito.

Hoy estamos acá, mañana estamos allá y pasado más allá. ¿Alguna novedad?

PD: "El que no llora no mama, y el que no afana es un gil". Enrique Santos Discepolo.