sábado, 4 de junio de 2011

SERPENTEANTE





Después de la tormenta vino la calma, y ya sabemos que la calma antecede al huracán. Entre ríos fulgurantes, sabios de tanto recorrer la arquitectura natural, suele aparecer una predominante fuerza que se aprecia con solo cerrar los ojos. Basta con dejarse caer en el abismo de su conocimiento, para darse cuenta del poder oculto de sus entrañas. Con miradas obsoletas de visión simplista, aparece ante nosotros  la revelación eterna, la inconfundible admiración de los seres ocultos y la atracción desenfrenada  que en ella llevan.


De nada sirve la estúpida razón añeja, si lo que hoy nos aqueja no podemos resolver.  De nada sirve la experiencia inútil, dejando en evidencia la monstruosa adicción de la materialidad de las acciones y sus respectivas consecuencias. Más allá queda nuestra mundanidad, entrelazada con la avaricia y el desprecio. Más acá no hay nada, nuestra corta visión nos juega malas pasadas, así como la estrecha mente nos miente, y eso nos gusta.


Partiendo del raciocinio más exacto se pueden juzgar millones de variables contrarias a la predominante, esa que acalla voces, que cercena voluntades, que acrecienta debilidades y temores, la maldita instrucción universal, dispuesta por quienes no saben nada del universo ni siquiera de su planeta, y mucho menos del que yuga continuamente entre voraces pretensiones de dominación.


Quédense tranquilos igual, la embarcación no se hunde sin el capitán... o si? Ya no lo sé, por esas casualidades del destino, de la vida, nos ha tocado estar acá en este momento, tiempo y espacio exacto para cada uno de nosotros. Pobres ávidos de cambios, de esperar que la cosas sucedan porque así tendría que ser, limitados a la conformidad del punto que les toca ocupar. Perdónenme pero les tengo una mala noticia; mejor, descúbranla ustedes mismos.  


PD: "Al dueño del horizonte, no le cierre la tranquera". José Larralde.

viernes, 3 de junio de 2011

ESTRATOSFERA



Que ven desde allá en lo alto? Que tanto atrae aquellas luces brillantes? No lo sé, no es mi estilo el filósofo del mundo nuevo. Mil preguntas podría hacerme sin hayar respuestas, y tras noches de desvelo volvería a ver el sol como aquel que ha alegrado un momento, sueño de años viejos. Comprensión de ver la vida, de ver el tiempo ajeno a nuestra involución, de tantas veces que el aviso fue unánime y los que pueden no quisieron, como así los que quieren no han podido, amarga sensación de derrota eterna.


Nos acercamos al patíbulo universal con miradas de terror y con miedo instalado en la cúspide de los sueños añorados. El ver las cosas de esta manera no solo delata la abominación de los seres, sino de todo lo que se ha rodeado, creando un mundo paralelo y dejando atrás al mundo estropajo, ese que yace en las mentes como una ilusión que se convierte en la realidad más pura ante sinuosos discursos de la otrora revolución, de la libertad y la dignidad como palabras malogradas y pisoteadas.


Hay una venganza llevada a cabo, y difícil que la paren. No hay más amenazas, solo hay verdad en esas muestras de intrigante inmensidad de la que nos cuesta hablar, sólo quedandonos en la superficialidad del tacto material, dejándonos de guiar por lo extrasensorial y nuestra intuición retroalimentada.


Todos somos partícipes de la gran hazaña escondida, oleadas de almas sin vida ante oleadas de vidas sin alma. El partido de las estrellas y nosotros como pelota. Interesante definición la que otorgan algunas ruinas en construcción. Dejemos de ver para arriba, bajen la mirada un poco, los sorprenderá.


PD: "A nadie dedico estas palabras, sin enojos, sin rencor. De nadie voy a despedirme, bueno nadie, Chau Adios!". Manuel Ricardo Espinoza.
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