RELATIVO

Poniendo en la balanza glorias y derrotas, virtudes y defectos, suelen ser más pesadas las malas. Si hay una explicación no lo sé, es que todo tiende a ser tan relativo que hasta la verdad puede convertirse en mentira con tan solo un pestañeo. Puede ser desalentador si uno se pone a meditar que fácil es destruir lo que se ha construido en años y años de arduo esfuerzo. 

Habrá una conspiración galáctica en alguna parte? No, no creo, lo que pasa es que disfrutamos más el sufrimiento ajeno que la alegría propia. Qué lindo no? Somos tan hospitalarios, tan comprensivos y no hablemos de caridad, que en eso somos los reyes. ¿Quedará algún ser superior que se precie de tal que sepa que es la vergüenza ajena?

En fin, es una situación más de tantas otras que lamentablemente se transforma en costumbre; cualquiera suele confundirse que esto es bueno, pero no señores, no todas las costumbres son buenas. Es más me arriesgaría a decir que entre las costumbres humanas que sobreviven al paso del tiempo prevalecen las peores.

Que va a cambiar algo porque haga esto, no creo, lo doy por descartado. Hay cosas que son propias de la condición en la que estamos encarnados. Lo mejor que uno puede hacer es no hacerse eco de ciertas cosas y seguir su instinto, manejarse por el olfato del alma, transducir su sentimiento verdadero en acciones. He aquí la real cuestión.

PD: "Verás que todo es mentira, verás que nada es amor, que al mundo nada le importa... Yira... Yira...". Enrique Santos Discépolo.