MORROCOTUDO

Es serio, brillante solemnidad, constante vacilar y penar eternamente. Configuraciones no tan ajenas a lo que conocemos, sin embargo se vuelve como un enigma de milenios injustamente. Es un desperdicio de horas muertas en las que se ven cosas indescriptibles y resulta difícil resumirlo en tan poco.

A veces le ganamos a los fantasmas que nos rodean e insistimos en quedarnos con nuestra parte, es algo esencial, no tiene mucha motivación en si, solo es parte de una condición innata que no entiende de razonamientos. Y así, capaces de extirpar sensaciones encontradas es que revisamos el itinerario inconsciente y quedamos a merced del tiempo, sin más miramientos.

En ese trajín diario, quebrada por todas partes queda la locura que nos ata, pero es tan rotunda la decisión, tan inamovible, desea ser montaña y observar desde su punto fijo por siempre. No es más que eso, un puñado de sinsabores dirigidos hacia lo hondo del corazón, tal vez como dagas afiladas o pueden ser espinas de un rosal reseco también.

Mordaz y sagaz suele ser el murmullo que adviene contiguo al presentimiento de quedarse solamente con un alma en brazos. Acapara miradas y todo tipo de elucubraciones de como se puede ser tan solo eso, un espectro en la medianoche vigilando el andar de nuestros pasos impacientes. Mas no se que decir ante tamaña claridad, será cuestión de repensarlo. Seguir así puede que no sea tan peligroso después de todo. 

PD: "Mil imágenes fugaces pasaban por mi... y hasta pensé que estaba solo, pero no era así". Esteban Salvi.