EXTRAÑO

Golpes, golpes de puertas que no abren, ladridos incansables de quien sabe donde llegan hasta aquí como un muestrario de sufrimiento. Tortura esencial predestinada a aquel que con su suerte estropeada no deja más que rastros de existencia nula. Las maldiciones se fueron pero vuelven enjambres de sueños rotos, despedazados contra un mármol frío de esquiva mirada.

Y él queda allí, enajenado, alienado, perdido en su mar de locura con olas que arrasan su debilitada razón. Su sentimiento trunco murió con él para dar paso a la extraña forma de verse y observar. Monótonos paisajes se han pintado en su ya estrecha paciencia, revuelven los cajones de una mesa vieja, se adentran en la mismísima corteza que resguarda aquel sentimiento.

Todo se ha paralizado, resulta extraño sentirlo de esa manera como si tuviera la gracia que otros carecen, se ve distinto, se analiza punto por punto y ordena sus baratijas para guardarlas, y quien sabe llevarlas a algún sitio que estén escondidas pero seguras a la vez. No sale de su asombro, la desesperación lo lleva a un estado de proporciones demoníacas pero no sabe con quien trata.

Todo quedó allí, permanece como una postal con tal perpetuidad como la lava fundida de un volcán. Y las puertas siguen sin abrirse, los golpes se acentúan como queriendo esbozar algún tipo de dialecto desconocido. Mortales que se juran permanecer allí, queriendo saber más, esperando algún llamado inquisitorio que los deje satisfechos.

Hay ruido de pasos, llaves que golpean... Al mismo tiempo, almas que viajan, corazones que ya no sufren y la postal cobra perpetuidad. Todo quedó allí.

PD: "Abrazame Madre del dolor, nunca estuve tan lejos de mi cuerpo". Luis Alberto Spinetta.