ENCALLADO

Ver, entender, saber, percibir, son dones de los que nos hemos dotado ha medida que el tiempo ha pasado por arriba nuestro, pero no se nos ha notado preocupados en cultivarlos. Desperdiciamos cada oportunidad de comprender mejor de que se trata, de sentir las cosas como son y no como aparentan. Es una pena que sea así, tan vacío, sumido en el mayor de los olvidos.

De vez en cuando nos vemos encallados en las trampas de la vida y no creemos ser merecedores de sus tretas imprevisibles. Al fin y al cabo todos somos iguales en algún punto del recorrido que nos ha de tocar, hay cosas que no escapan a nadie, y es ahí donde cada uno se da cuenta de su condición humana. De los superheroes de ficción a los superhumanos de cartón, sin escala previa.

Como los gigantes que se hunden, como los pequeños que aguantan temporales, uno tras otro, son los indicios que nos avisan cuales son las reglas del gran juego. Maravillosos ejemplos hemos de tener cotidianamente, con los cuales tendremos que ir armando y acomodando las piezas que terminan de construir lo que llamamos vida.

Es algo curioso pero sumamente interesante, un montaje escénico imprescindible para entablar un diálogo sincero y a la vez intenso. Ir de a poco interiorizándonos en lo realmente valedero, en el sentido del todo aunque esto signifique nada. Quedarse atónito con esta imagen no es para nada anormal, hay cuestiones tan inmensas que solemos terminar sin aliento.

PD: "El cemento se hunde a su paso, el silencio rompe en pedazos, su ojo ve más allá del objeto ideal". Ricardo Soulé.